Julia Janeiro está de actualidad porque hace unos días se sometió a una operación estética. A pesar de que ocupa la portada de la revista Semana, la joven sigue convencida de querer vivir al margen de la prensa del corazón. Las ordenes a su letrado son claras y no han variado desde que ella cumplió la mayoría de edad: no quiere ser un personaje público, por lo que se demandará cualquier información o declaración que vulnere sus derechos fundamentales.
Julia no está dispuesta a que sobre ella se hagan correr ríos de inexactitudes promovidas por aquellos que parecen querer cobrarse venganzas que no le corresponden.
20minutos ha podido confirmar que, a pesar de las cantidades ingentes dinerarias que se le han ofrecido para aparecer en televisión, la hija de Jesulín de Ubrique y María José Campanario continúa inamovible en su intención de proteger al máximo todo lo relacionado con su intimidad. Al menos por ahora.
Tanto es así que guarda silencio sobre su posible ruptura sentimental o la relación envidiable que mantiene con sus progenitores. Capotea con soltura a los reporteros asfálticos que la acribillan a preguntas cuando entra o sale de casa. Nada que ver con su hermana, Andrea Janeiro, desaparecida en combate, y a quien nadie se atreve a perseguir.
Ambas han dejado claro que no quieren ser carne de cañón pero el trato dispensado es indiscutiblemente diferente. Nobleza obliga, o tal parece.
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